Cuando comienzas a ir a bailar de pequeño, te parece más que una profesión, un juego. Como los niños cuando salen a darle a la pelota en el patio del recreo. Y conforme pasan los años y más te apasiona ese juego, más va girando tu vida en torno a él y a sus reglas. No me refiero a las reglas de si has metido un gol en fuera de juego, o de si has doblado la rodilla al hacer la pirueta; me refiero a las pautas que te va marcando a lo largo de tu vida con los compañeros, entrenadores, coreógrafos… Porque, independientemente de ese ejercicio físico que moldea nuestros músculos, en deporte y en danza existe poca diferencia entre un maestro y un entrenador.


El baile es una pasión y se nota que les gusta c:
ResponderEliminar